Es posible que te hayan dicho que tienes baja reserva ovárica y que eso te haya alarmado. «Una piedra más en el camino del deseado embarazo», habrás pensado, tal vez. Pero no te asustes. La baja reserva ovárica es un problema muy frecuente debido a que en nuestra sociedad las mujeres cada vez retrasan más el momento de tener hijos por diversos motivos. La edad afecta a la fertilidad, pero eso no significa que no puedas ser madre. Te explicamos qué es la baja reserva ovárica y cómo lidiar con esta circunstancia.
Si la reserva ovárica es la cantidad de óvulos de una mujer en un momento concreto, se dice que existe una baja reserva ovárica cuando la cantidad de óvulos de una mujer ha disminuido. Las mujeres nacen con un número determinado de ovocitos (los futuros óvulos) y los van perdiendo con la edad, sobre todo a partir de los treinta y cinco años. A diferencia de los hombres, que siguen produciendo espermatozoides, las mujeres no pueden producir más óvulos de los que tienen al nacer. A mayor edad, hay una menor reserva ovárica en cantidad, pero también una menor calidad de los ovocitos restantes, aunque existen otras causas de una baja reserva ovárica que confirman que no es una patología exclusiva de las mujeres a partir de esta franja de edad.
Más allá de la edad avanzada, también puede existir una baja reserva ovárica en casos como la endometriosis o infecciones crónicas, si te has sometido a tratamientos de quimioterapia, o por cualquier causa que pueda haber dañado, de forma química (por ejemplo, a través de la contaminación ambiental o del tabaco) o mecánica (cirugías ováricas), al ovario.
¿Cómo saber si tengo baja reserva ovárica? ¿Cuáles son los síntomas?
Es habitual que las pacientes descubran que existe una baja reserva ovárica en el momento en el que encuentran problemas para quedarse embarazadas. Esto ocurre porque no existe ningún síntoma concreto que diga a la mujer que puede tener una baja reserva ovárica.
Existen señales, como los antecedentes familiares o si hay un problema de insuficiencia ovárica asociado con un ciclo menstrual irregular, pero en ningún caso son motivos determinantes para asumir esta patología. Es por ello que resulta necesario recurrir a dos pruebas sencillas y no invasivas: el recuento de folículos ováricos y el análisis de la hormona antimulleriana.
Para la primera prueba, basta con una ecografía transvaginal —esto es: a través de la vagina— para ver los ovarios, idealmente entre el tercer y el quinto día del ciclo menstrual. Con este análisis, podemos hacer un recuento de los folículos —también denominados folículos antrales— que presenta cada ovario. Una reserva ovárica baja nos da un nivel de recuento igual o inferior a 4 folículos por ovario o a 7 en total (sumando ambos ovarios).
En el segundo análisis mencionado, buscamos niveles alterados de varias hormonas: la hormona antimulleriana (AMH), la foliculoestimulante (FSH) y el estradiol. La FSH es la hormona que ordena al cerebro (concretamente a la hipófisis) que se activen los ovarios y se preparen los folículos. La AMH incide sobre el número y crecimiento de los folículos. Y, por último, el estradiol tiene múltiples funciones. Es la hormona sexual por excelencia de la mujer y la responsable, entre otras cosas, de preparar el útero para recibir al óvulo fecundado.
Clásicamente, se han usado los niveles de FSH para valorar la reserva ovárica puesto que habitualmente en estos casos, la FSH está alta al inicio del ciclo menstrual, ya que el cerebro detecta que hay pocos ovocitos y de esa manera le pide al ovario que intente producir más. Sin embargo, este valor no es fiable por las variaciones que presentan los niveles de FSH de forma fisiológica a lo largo del ciclo menstrual.
Actualmente lo más usado es el análisis de la hormona antimuleriana, ya que al ser una sustancia que producen, en parte, los folículos antrales del ovario, sus niveles son más estables a lo largo del tiempo y en cualquier momento del ciclo. Así pues, niveles más altos de AMH se relacionan con una buena reserva ovárica. Si bien hay que tener en cuenta la edad se considera que una AMH menor de 1-2ng/ml es sugestiva de una baja reserva ovárica.
¿Me puedo quedar embarazada con baja reserva ovárica?
Es lógico concluir que las posibilidades de tener, con baja reserva ovárica, un embarazo natural usando tus propios óvulos disminuyen con la edad. Es decir, si tienes una reserva ovárica baja pero menos de treinta y cinco años, es más probable que lo consigas que si tienes cuarenta, por ejemplo.
Si quieres ser madre y tienes este problema de fertilidad, lo ideal es ver con tu ginecólogo o con un especialista en reproducción asistida las posibles causas y, dependiendo del motivo y de las probabilidades de embarazo por edad, buscar una alternativa o tratamiento para conseguir quedarte embarazada con baja reserva ovárica, ya que es posible. Juntos determinaréis cuál es la mejor opción para tu caso concreto. Si, por ejemplo, la causa fue un tratamiento de quimioterapia, es probable que, si no conservaste tus óvulos antes del tratamiento, tengas que recurrir a la donación de óvulos, pero existen otras opciones que veremos a continuación.
Posibilidades de embarazo con baja reserva ovárica
Hay varias posibilidades para conseguir el embarazo con una baja reserva ovárica:
- Fecundación in vitro (FIV): es uno de los tratamientos más eficaces en reproducción asistida y también uno de los más comunes. Después de estimular los ovarios hormonalmente, se extraen los óvulos y los inseminamos en el laboratorio con los espermatozoides de tu pareja o de un donante, según cada caso particular. De esa forma, se consiguen embriones que se depositan en el útero, para intentar que se produzca el embarazo.
- Ovodonación: si la reserva ovárica está prácticamente agotada, o la edad de la futura madre es avanzada, no sirve de mucho estimular los ovarios puesto que quedan pocos ovocitos y los que hay suelen ser de peor calidad, dificultando la obtención de una gestación y aumentando el riesgo de aborto. A través de la donación de óvulos las posibilidades de conseguir un embarazo aumentan porque son óvulos de alta calidad, ya que provienen de una mujer joven y sana que ha pasado estrictos controles médicos y genéticos.
Baja reserva ovárica y FIV positiva
Relacionado con lo anterior, puede que te preguntes si la baja reserva ovárica puede disminuir la tasa de embarazo en la FIV. No necesariamente. Hay mujeres con baja reserva que responden bien a los tratamientos de estimulación hormonal y obtienen ovocitos de gran calidad. Como siempre, la edad es un factor a tener en cuenta. A mayor edad, más posibilidades de que los ovocitos sean de menor calidad y aumenten los problemas tanto a nivel de alteraciones en los cromosomas como de fallos a la hora de implantarse en el útero. Te invitamos a conocer la probabilidad de embarazo con fecundación in vitro que te mostramos en nuestra página.
¿Puedo aumentar mi reserva ovárica?
No hay evidencia científica de que exista un método para aumentar la reserva ovárica. Se recomienda actuar lo antes posible para intentar detectarlo a tiempo y no perder más reserva ovárica. En tu próxima revisión ginecológica, puedes solicitar una revisión de tus folículos o, si lo prefieres, pedir una cita gratuita en Eugin para que nuestros profesionales puedan realizar un diagnóstico de tu fertilidad. En caso de desear ser madre en el futuro, también existe la posibilidad de congelar tus óvulos para poder utilizarlos cuando te sientas más preparada para la maternidad. Por otra parte, si sigues unos hábitos saludables de vida, una dieta sana, practicas deporte y evitas tabaco y alcohol, le echarás una mano a tus ovarios.