El síndrome de ovarios vagos, también conocido como el «síndrome de los ovarios cansados» o «insuficiencia ovárica funcional» es una condición en la que los ovarios no funcionan como deberían y no producen la cantidad de hormonas necesarias para que el ciclo menstrual sea normal.
Dado que la ovulación es un proceso fundamental en el ciclo menstrual de una mujer, ya que es el momento en el que un óvulo maduro es liberado del ovario y está listo para unirse al espermatozoide, dando así lugar a la fecundación, el síndrome de ovarios vagos es un trastorno que puede generar alteraciones en la ovulación que afecten a la fertilidad y la salud reproductiva de la mujer.
Para entender en qué consiste exactamente una ovulación de mala calidad o tener el síndrome de ovarios vagos, un ovario se denomina vago o cansado cuando no produce los óvulos que tiene que producir, los folículos ováricos no terminan de madurar de manera adecuada, con lo que no se produce la liberación del óvulo maduro para su encuentro con el espermatozoide en la trompa de Falopio.
El término «ovario vago» no es una terminología estándar en Medicina. Lo normal es que los ovarios que no ovulan sean secundarios a alguna causa, entre las que se encuentra el «síndrome del ovario poliquístico».
Síntomas o señales de anomalías en la ovulación
Hay determinadas señales de ovulación de mala calidad que podrían apuntar a la existencia de alteraciones en la ovulación secundarias a ovarios perezosos, pero son bastante inespecíficas, como se muestra a continuación.
Ciclos menstruales irregulares
La irregularidad menstrual es una señal del síndrome de ovarios vagos. Pueden aparecer desde ciclos extremadamente cortos a muy largos, así como la ausencia de menstruación (amenorrea), en cuyo caso estamos ante uno de los principales síntomas de no ovular.
Cambios en la calidad del moco cervical
El moco cervical (en el cuello del útero) es una sustancia viscosa que cambia en textura y consistencia a lo largo del ciclo menstrual para favorecer la progresión del espermatozoide hacia la trompa. Las alteraciones de ese moco cervical, tanto en la cantidad como en la textura, pueden señalar problemas de ovulación. Por ejemplo, la ausencia de un aumento en la producción de moco cervical de tipo elástico y transparente en el período ovulatorio puede indicar un desequilibrio hormonal.
Síntomas del síndrome premenstrual (SPM) agravados
Un síndrome premenstrual más intenso y prolongado de lo habitual podría ser una señal de anomalías en la ovulación o incluso anovulación. Esto puede incluir síntomas emocionales, físicos y conductuales, como cambios de humor extremos, hinchazón, dolores de cabeza y fatiga.
Un dolor ovárico excesivamente agudo o prolongado podría indicar también problemas en los ovarios o en las trompas de Falopio.
Dificultades para concebir por anovulación
La irregularidad del ovario al liberar óvulos puede dificultar la concepción y aumentar los desafíos en la búsqueda de un embarazo. La anovulación crónica es una causa de infertilidad.
Cambios en la libido
Las fluctuaciones hormonales pueden afectar a la libido y al deseo sexual.
Exceso de hormonas masculinas circulante
Si los dos ovarios no funcionan a causa del sindrome de ovarios poliquisticos, existe un exceso de hormonas masculinas circulantes y eso produce aumento de vello corporal (como síntoma más frecuente), mayor tendencia al acné y a la obesidad, esto última por resistencia a la insulina.
Posibles causas del síndrome de ovarios vagos
Las causas del síndrome de ovarios vagos pueden ser variadas, pero en muchos casos difíciles de detectar. Hay varios factores que contribuyen a su aparición:
- Desequilibrios hormonales: las alteraciones en la producción de hormonas femeninas, como el estrógeno o la progesterona, que son las responsables de que el ciclo menstrual funcione de manera correcta, pueden interferir con el funcionamiento ovárico normal.
- Estilo de vida: el estrés prolongado y crónico puede afectar dicha regulación hormonal y contribuir al síndrome de ovarios vagos. Factores como el exceso de ejercicio, la mala alimentación o la falta de sueño también pueden influir en la salud ovárica.
- Factores genéticos: algunas mujeres pueden tener una predisposición genética a esta condición.
- Enfermedades autoinmunes: en algunos casos, las enfermedades autoinmunes (como, por ejemplo, la endometriosis) pueden afectar a los ovarios y a su función.
Diagnóstico y tratamiento cuando una mujer no ovula
Cuando existen problemas en la irregularidad de los ciclos menstruales o dificultad para concebir o un SPM muy doloroso, lo habitual es hacer un estudio de por qué ocurren. En ese estudio, podemos descubrir que los ovarios no están trabajando de manera adecuada. El diagnóstico de un ovario perezoso involucra no solo una evaluación detallada de los síntomas que cuenta la mujer, sino también estudios hormonales y de imagen (ecografías).
El tratamiento tiene que ver con la causa, ya sea anovulación (cuando la mujer no ovula) o cuando hablamos de ovulación de mala calidad u óvulos perezosos, y con las necesidades de cada paciente en concreto. Así que hay varias opciones:
- Cambios en el estilo de vida: mejorar la dieta, gestionar el estrés y equilibrar el ejercicio puede ayudar a regular los ciclos menstruales, pero además seguro que ayuda a cualquier mujer en general.
- Terapia hormonal: el uso de terapias hormonales puede restaurar los niveles de hormonas y ayudar a regular los ciclos menstruales.
- Tratamientos de fertilidad: si el motivo del estudio ovárico es el deseo de tener hijos, hay varias opciones dentro de los tratamientos de fertilidad para que este deseo se vea convertido en realidad.
En resumen, lo que se ha llamado «ovarios vagos», sea cual sea la causa de su «pereza», merece atención y comprensión en el ámbito de la salud femenina por las repercusiones que puede tener. Y, aunque puede ser frustrante para quienes lo padecen, no hay que olvidar que existen opciones de tratamiento disponibles y se recomienda acudir a un especialista en fertilidad si la paciente está pensando en tener hijos.