Cómo afrontar la espera tras una transferencia embrionaria

Publicado el 18 mayo 2021|Última actualización el 8 junio 2022|Técnicas y tratamientos.|Artículo revisado por: El equipo médico de Eugin

La transferencia embrionaria es uno de los momentos más especiales de los procesos de reproducción asistida: es la fase en la que se introducen los embriones en el útero de la mujer.

Las horas, días y semanas que siguen, los conocidos como “betaespera”, son ilusionantes y, a la vez, emocionalmente muy intensos por las ganas de saber el resultado de la prueba de embarazo. Por eso, queremos darte una serie de pistas para que este tiempo no se te haga eterno y disfrutes de él.

Es importante seguir con una vida normal tras la transferencia embrionaria

Es completamente normal que, tras una transferencia embrionaria, se sientan dudas acerca de las actividades que podemos hacer en el día a día y las que no. Sin embargo, no existen evidencias científicas de que el reposo en estos momentos aumente la tasa de éxito del tratamiento.

Por eso, los especialistas siempre recomiendan retomar el estilo de vida habitual de cada mujer e incluso coinciden en que esto ayuda a aliviar el estrés de la espera durante este periodo. Además, los expertos coinciden en que, una vez que los embriones se han transferido, el proceso sigue el curso natural de cualquier embarazo: las mujeres no confirman su embarazo hasta el mes siguiente y, durante este tiempo, el embrión se desarrolla independientemente de la actividad de la madre.

No obstante, teniendo en cuenta que en muchas ocasiones se trata de embarazos de riesgo o difíciles de conseguir, hay una serie de pautas que conviene tener en cuenta. No son más que una serie de consejos sencillos de estilo de vida saludable que siempre suman a la salud: evitar el estrés así como el deporte intenso y cargar peso excesivo; comer de manera sana y evitar alimentos y bebidas poco recomendables durante la gestación (alcohol, café, pescado crudo…); no fumar; y seguir las instrucciones en cuanto a las relaciones sexuales tras transferencia embrionaria especificadas por el médico.

¿Cuáles son los síntomas físicos más comunes?

Como hemos comentado, al periodo de espera entre una transferencia y el día en que se puede realizar el test de embarazo se le conoce, de manera informal, como “betaespera” y suele ser uno de los más complicados emocionalmente a lo largo de todo el proceso. Son dos semanas en los que las mujeres están muy pendientes de posibles cambios en sus cuerpos, pero los especialistas señalan que no todo lo que pasa tiene un significado.

La doctora especialista en reproducción asistida de Eugin, Marta Trullenque, señala que es importante ser conscientes de que “no existe ningún síntoma que sea específico de algo”, exceptuando “un sangrado abundante y continuado que, sin duda, podemos identificar como una regla y que indicará que el embarazo no se ha conseguido”, puntualiza.

Aún así, puede haber algunas señales físicas ante las que las mujeres puedan sentir inquietud, pero, normalmente, son síntomas relacionados con el propio proceso:

  • Sangrados: las pequeñas pérdidas -siempre manchados inferiores a una regla- en los días posteriores a la transferencia embrionaria son normales y suelen ir desapareciendo en dos o tres días. Se deben generalmente a la canalización a través del cuello del útero. Ante ellos, no hay que asustarse: son completamente normales.
  • Mareos, pinchazos, cólicos o dolor en la zona abdominal y lumbar: estas molestias también pueden ser habituales tras la transferencia embrionaria. En su mayoría, se deben a la propia estimulación ovárica que ha seguido la mujer, especialmente en los casos de fecundación in vitro con óvulos propios. También pueden aparecer por la misma punción folicular o por la preparación de la menstruación. En el caso de receptoras de óvulos, los mareos pueden ser debidos al tratamiento hormonal. Además, la ansiedad que se genera durante estos días de espera también puede justificar la sensación de mareo.
  • Hinchazón y endurecimiento del pecho: se trata de un síntoma frecuente tras la administración de hormonas previas a la transferencia embrionaria, concretamente los estrógenos y la progesterona. Ambas pueden causar retención de líquidos y sensación de hinchazón y pesadez. “Ante este tipo de dolores y molestias podemos recurrir a analgésicos como Paracetamol. Son seguros y nos ayudarán a sentirnos mejor”, señala la doctora Trullenque.

Tan solo en caso de un sangrado muy abundante, la aparición de fiebre (por encima de los 38 grados) o un dolor persistente que no se calma con analgésicos, se recomienda acudir al médico.

Algunas mujeres también sienten malestar si durante las dos semanas de espera no sienten nada diferente en su cuerpo. En este caso, no tener síntomas tampoco es buena o mala señal, por lo que lo mejor es no llegar a conclusiones precipitadas y esperar a la prueba de embarazo.

¿Cómo gestiono el componente emocional de la transferencia?

Además de los síntomas físicos, la espera tras una transferencia embrionaria tiene una gran carga emocional. “Realmente, se trata de 14 días de espera muy intensos a nivel emocional”, explica la Dra. Trullenque. “A nuestras pacientes les solemos aconsejar que mantengan la mente ocupada, que lleven una vida completamente normal y que eviten los esfuerzos físicos importantes”, añade. “A veces es útil recordar que, si el embarazo se consiguiera de forma natural, hasta el momento de conocer la gestación la mujer no habría cambiado su estilo de vida”.

Para aliviar esta sensación, “lo importante es que encontremos aquellas actividades que nos distraigan y con las que nos sintamos bien”, asegura la Dra. Trullenque. Y, en casos de mucha inquietud, se puede recurrir a productos naturales como la valeriana o las Flores de Bach para tener una mayor tranquilidad. “Lo ideal sería hacer una vida normal, manteniéndose con energía y un optimismo natural ante los días que vienen después de la transferencia”, indica la doctora.

Es importante conseguir estar lo más tranquila posible y, para ello, cada mujer conoce mejor que nadie lo que le funciona. Desde luego, es primordial sentirse acompañada, ya sea con la pareja, amigos o familiares. Por otro lado, y para conseguir a aliviar el estrés, es recomendable realizar la actividad física habitual desde el mismo instante del tratamiento, hacer cosas que nos hagan sentir bien y que sean relajantes.

Consejos para esos días

A modo de resumen, aquí te dejamos una serie de ideas para que sobrelleves y disfrutes los días de espera:

  1. Hacer vida normal: es la regla número uno.
  2. Realizar ejercicio físico suave puede contribuir a aliviar el estrés.
  3. Mantener la mente ocupada con actividades con las que se disfrute.
  4. Buscar apoyos en pareja, familia o amigos para compartir el periodo de espera.
  5. Alimentarse adecuadamente.
  6. Salir a pasear para distraerse, despejar la mente y respirar aire puro.
  7. Trabajar, a menos haya una contraindicación médica.
  8. Aliviar el estrés con el método que mejor te funcione.
  9. Mantener cierta actividad y evitar quedarse en la cama o en el sofá.

Aunque te pueda parecer eterno, los días de espera pasan mejor siguiendo los consejos que te hemos sugerido a lo largo de este post. Y, una cosa más. Muchas mujeres tienen la tentación de hacerse un test de embarazo antes de la fecha indicada por el médico. Sin embargo, los especialistas aconsejan esperar a la fecha indicada porque si se hace demasiado temprano podría salir negativa. Además, es fundamental seguir el tratamiento hormonal hasta esta fecha, ya que ayuda a conseguir el embarazo y, durante las primeras semanas de gestación, a evitar el riesgo de aborto.

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