Se retrasa cada vez más la edad a la que la mujer tiene su primer hijo, pero se produce además un descenso generalizado de la calidad del semen
A la hora de lograr el embarazo es necesario que ambos miembros de la pareja se sometan a las pruebas pertinentes para, de esta manera, optar por el tratamiento más adecuado en cada caso. La edad es el factor que más afecta a la fertilidad«Los dos miembros de la pareja tienen que ser conscientes de su reloj biológico cuando recurren a las técnicas de reproducción asistida», afirma la Dra. Amelia Rodríguez. En el caso de la mujer, la capacidad de conseguir el embarazo disminuye, sobre todo, a partir de los 35. La progresiva disminución de la fertilidad en ambos sexos junto al hecho de que las parejas cada vez retrasan más el momento de ser padres hace que, hoy en día, cada vez sea más complicado lograr el embarazo. «No somos conscientes –asegura el doctor Mario Brassesco–, pero hay muchas parejas que no consiguen el embarazo de forma natural y tienen que acudir a técnicas de reproducción asistida». El estilo de vida también influyeAunque la infertilidad puede deberse a muy distintas causas, un estilo de vida saludable siempre puede ayudar a mejorarla. Así, los expertos de Clínica Eugin y CIRH recomiendan: Según numerosos estudios, los hombres que pesan más de la cuenta presentan un recuento de espermatozoides sensiblemente inferior a los que tienen en un peso saludable. En las mujeres, el sobrepeso provoca desequilibrios hormonales y falta de ovulación. Se recomienda hacer ejercicio de forma regular y con moderación. Los hombres deben evitar todos aquellos deportes que incidan de forma negativa en los testículos, como el ciclismo. Se aconseja mantener una dieta sana y equilibrada rica en vitaminas E y C, ya que estos nutrientes, por su acción antioxidante, mejoran la calidad de los espermatozoides. Las encontrarás en los frutos secos y las semillas, los orejones y las espinacas (vitamina E) y en los cítricos, las coles de bruselas, los tomates, los kiwis y la papaya (vitamina C). El ácido fólico (legumbres, verduras de hoja verde y cereales integrales) mejora la calidad de los espermatozoides en los hombres y previene problemas de ovulación en las mujeres. Los minerales como el zinc (cereales, lácteos, carne, pescado…) aumentan el volumen de semen y el nivel de testosterona y, en las mujeres, favorecen la producción de óvulos saludables. Tanto los baños prolongados con agua caliente como trabajar expuesto a altas temperaturas puede resultar perjudicial para la fertilidad masculina, ya que el aumento de la temperatura en los testículos puede afectar el semen. El consumo, tanto habitual como esporádico, de sustancias como el alcohol y las drogas deteriora la funcionalidad de los espermatozoides en los hombres y agota la reserva ovárica en las mujeres. Así mismo, atravesar por situaciones de estrés prolongado afecta negativamente la salud reproductiva en los dos sexos.
